16. Crónica Partidaria - Revancha

Hace mucho tiempo de aquel partido pero lo recuerdo. Todos lo recordamos, nosotros y ellos. Cada vez que hay un nuevo enfrentamiento nadie puede dejar de recordar esa catástrofe. Y no exagero (como casi siempre), esta vez no.
Ellos se creyeron los mejores del mundo después de ese partido y nosotros, nosotros todo lo contrario.
¿Por qué será que a todas las selecciones de este lado del planeta les encanta Brasil?
¿Por qué será que todas esas mismas selecciones sueñan con ganarnos a nosotros?
No sueñan con ganarle a Brasil, no. Suenan con jugar contra Brasil, con jugar como Brasil pero no con ganarle. A quien quieren ganarle es a Argentina.
¿Tanto nos duele perder?
Si y más.
Aquella vez nos ganaron, nos bailaron, nos aplastaron: 5 a 0. Aquella vez no estaba Maradona pero hoy está, acá, como DT. No tiene puesto los cortos pero tiene todo el corazón encendido para guiar a los nuestros hacia la victoria.
¡Quiero revancha, Diego!
No me soporto más las cargadas que sufrí cada vez que anduve por Colombia. Cinco a cero era la frase que más escuchaba, de chicos y grandes, hombres y mujeres, todos me refregaban en la cara ese maldito resultado.
¡Hasta existe un bar en las afueras de Bogotá se llama “5 a 0”!
Seguro que un colombiano loco fue capaz de ponerle de nombre a algún hijo “Cincoacero”, seguro.
¡Vamos Dieguito, Diegote! ¡Regalame un buen triunfo! ¡Una victoria histórica!
¡Dios del fútbol, poné las cosas en su lugar!
Desde aquel día que no vuelvo a la cancha a ver a la Argentina, desde aquella tarde trágica en que me quedé mudo.
¡Qué ofri que hace! ¿Cuánto falta para que abran las boleterías, che?
Parece que vamos con todo, eh: Messi, Agüero y Tévez. ¡Qué tal!
Está muy bien, Diego, hay que jugársela. Tenemos que ganar.
¡Qué frío, viejo! ¿Sabés cómo va a estar la cancha? Colmada, repleta, a punto de explotar.
Andújar ataja. Pobre el Goyco, cinco se comió aquella tarde. Un ídolo el Goyco pero cinco, che. Un poco mucho, ¿no? Ojo que yo me lo banco al Goyco pero ¡cómo lo insulté en ese partido, en esa semana, en esos meses...!
Dieguito pone línea de tres: Heinze, Demichelis y el Cata Díaz. Juega la Brujita Verón, el Masche, Gago y Jonás. Elegancia y fútbol. ¡Viva el fútbol!
¡Ya van a ver estos colombianos irrespetuosos!
¡Por fin avanza la fila, viejo!
Y seguro que se traen a unos cuantos. Les gusta a los colombianos venir a la Argentina. Son buena gente, muy buena gente pero el fútbol es el fútbol. El fútbol es sagrado.
¡Regalame una revancha, Diego!
¿Pero qué hablan tanto con el boletero? ¿No tenés frío, papá?
Dos dame.
Lo traigo al pibe, se lo prometí. Está feliz. Era un bebé en aquel partido. La madre no me dejó traerlo, meses tenía. Yo por mí lo traía. Y me la juego que él también hubiera querido venir, así bebé y todo, él hubiera dicho que sí. Menos mal que no vino, debutar con la selección y comerse un cinco a cero hubiera sido motivo suficiente para declararlo por decreto “mufa eterno”.
Matías tiene un entusiasmo ahora. Es hincha como yo, de los que nos gusta ver los partidos y analizar el juego.
¡Dame una revancha, Dios!
“Salimos temprano Pa”, me advirtió. Está embalado, como deben estarlo Messi, Tévez y Agüero. En Colombia juegan Falcao y Vargas. ¿Seguro que no vienen Valderrama, Rincón, Valencia y el Tino Asprilla? ¡Menos mal!
Viste que te dije que iban a traer gente estos. Mirá ese con la bandera que dice: “Por otro 5 a 0”. ¿Sabés lo que vas a tener que hacer con esa banderita?
¡Vamos a chiflarle el himno, Matías! ¡Dale!
“Oid mortales el grito sagrado...”
¡Argentina, Argentina, Argentina...!
¡Upa! ¡Uia...! Andújar... ¡No, Cata, no...! ¡Andújar! ¡Sos un desastre Cata!
¡Che, Maradona, ponés tres delanteros y no pateamos una sola vez al arco! ¡Son unos perros! ¡Y vos también, gordo! Está gordo otra vez, ¿viste?
¿Y el juego dónde está? ¿Sacalo a ese y a ese? ¿Pero qué equipo paraste?
¡Te dije que con estos muertos al mundial no vamos! ¡Te lo dije!
¡Corré, jugá, tocá, dale! ¡Sos un perro! ¡Gooooool! ¡Bien Cata, muy bien! ¡Qué jugador!
¡Grande Diego!
“¿Y la revancha, Pa?”
Agradecé que ganamos, Mati. ¿Vos viste lo mal que estaba la cancha?

Pablo Pedroso.
Buenos Aires, 07 de junio del 2009
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